Modelo con sello chiricano

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Modelo con sello chiricano

Los empresarios de la región occidental proponen impulsar el turismo, la agricultura y crear un eje logístico en la zona.

el interior del país, específicamente de Chiriquí, se alza la voz de los empresarios no para exigir o quejarse, sino para proponer un plan de desarrollo económico sostenible, que promete trascender más allá de cualquier quinquenio gubernamental. Un esquema, que si se logra ejecutar, sería un caso de éxito y réplica en todo el país.

 

Felipe Ariel Rodríguez, presidente del Centro de Competitividad de la Región Occidental (Ceconro), reveló los detalles nunca antes contados de la estrategia. Se trata de una nueva era, en la que en lugar de sentarse a escuchar los planes que se ofrecen, toman la batuta para exponer proyectos y programas concretos que impulsen la economía desde las regiones.

 

En el foro “Visión 2018, año de retos, desarrollo con bandera chiricana”, organizado por el diario La Prensa y “Martes Financiero”, Rodríguez destacó que los gremios empresariales, los productores agrícolas y la sociedad civil se han organizado para identificar las áreas que pueden ser la punta de lanza para revertir la tendencia de pérdida de mano de obra, el alza del desempleo y la desigualdad de la que siempre se habla entre las ciudades y las zonas urbanas.

 

Son tres las áreas de desarrollo de la propuesta de trabajo denominada Visión Chiriquí 2025: agricultura, turismo y un eje transversal logístico para aprovechar la gran producción agrícola que saldrá de la región con destino al resto del país y a otros mercados; la apetecida exportación.

“En primer lugar, apuntamos al área agroalimentaria, como un sector que puede ser el motor económico de toda la región, complementada en segundo lugar con el turismo, que va en crecimiento, y tenemos mucho potencial. En tercer lugar, está el establecimiento de una plataforma transversal para el desarrollo como la logística”, dijo frente a una tribuna de homólogos en la ciudad de David.

 

“Para empezar, estamos atendiendo al sector agropecuario con una hoja de ruta que finalmente se conformó en el Plan Maestro del Agro. Se desarrollarán inversiones por 557 millones de dólares, de los cuales 155 millones de dólares corresponden a inversión pública y los 402 millones de dólares de aportes del sector privado, para ejecutarlos en siete años”.

Rodríguez ha manifestado la urgencia de que los productores y empresarios se asocien.

Busquen mecanismos para potenciar sus industrias, intenten encontrar el abaratamiento de costos y vendan productos que sean identificados de forma colectiva bajo el sello universal de la calidad.

Habló de crear alianzas público-privadas y el Plan Maestro para el Desarrollo Agropecuario de la Región Occidental, ya gestado con las autoridades estatales.

“Esto se ha convertido en el primer modelo de este trabajo y puede impulsar otros programas en sectores estratégicos”, agregó.

Los empresarios chiricanos se han propuesto producir bajo un plan que garantice rentabilidad y se logre exportar con valor agregado.

Durante los dos primeros años de ejecución del proyecto se dispondrá de 27 millones de dólares como parte del aporte gubernamental, con financiamiento del Banco de Desarrollo de América Latina, CAF, y 17 millones de dólares provenientes del ala privada, fondos que irán en aumento a medida que pasen los años, hasta llegar a 402 millones de dólares.

Los primeros proyectos que se beneficiarán son los de producción en ambientes controlados y de agricultura de precisión. Y todo con la meta de exportar productos alimenticios como café, leche, frutas, cacao, acuicultura, entre otros.

Modelo con sello chiricano

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Chiriquí tendría la capacidad de seguir alimentando a la ciudad capital y hacer envíos a otros destinos.

 

La idea es que los empresarios aumenten sus rendimientos, pero que no canibalicen el mercado local, peleándose por los mismos consumidores.

En el caso del sector turístico, Rodríguez adelantó que la propuesta incluye potenciar el destino del golfo de Chiriquí con mejores condiciones para atender a los turistas que llegan a través de los cruceros.

 

En este sitio ya existen inversiones de hoteles boutique que complementan los paisajes de ensueño, pero hace falta infraestructura y la promoción del destino.

“Debemos asegurarnos de que haya una sostenibilidad en el turismo, con proyectos amigables al medio ambiente y con un desarrollo de bajo impacto, sin dañar el atractivo natural que ofrece esa área, que muchas veces ni los propios panameños la conocen”.

Otra propuesta es impulsar la ruta del café en Boquete, para lo que urge mejorar la infraestructura del aeropuerto Enrique Malek, que permita el crecimiento de la demanda y el tráfico de pasajeros nacionales e internacionales con nuevas conexiones.

Felipe Ariel Rodríguez sostuvo que la oportunidad que tiene la región de transformarse en un eje logístico es clave, de allí que han insistido en un canal seco para conectar el Pacífico con el Atlántico, pero admitió que esta propuesta no ha encontrado el eco necesario de las autoridades.

“Quizás algunos ven esta propuesta con recelo porque podría ser una competencia con la ruta del Canal”, dijo.

Sin embargo, indica que con la nueva propuesta del ferrocarril entre Panamá y David, el panorama cambiará.

“Por ahora, lo único que conocemos es lo que ha salido a través de los medios de comunicación y ya le dijimos al ministro Álvaro Alemán que queremos participar y conocer los estudios de factibilidad, porque eso sería una forma más expedita de sacar los productos de la región con destino a la exportación a menores costos”.

Igualmente, insistirán en el proyecto del canal seco para conectar la zona de Charco Azul, en Puerto Armuelles, con Chiriquí Grande, en Bocas del Toro, en lo que se denomina el Eje Transístmico Occidental o ETO.

El modelo chiricano ha calado en otras regiones y se han creado los centros de competitividad en Veraguas, Coclé y Colón, una propuesta que ahora debe consolidarse como un modelo institucional para que los proyectos que se propongan no sean temporales.

“El reto ahora es que se logren concretar las propuestas, y saber que como empresarios y sociedad organizada estaremos vigilando para que se cumplan, y los recursos sean bien administrados. Ya no esperaremos que llegue un político o un gobierno a ofrecer algo, sino que ya contamos con una propuesta de desarrollo”. Así es el modelo chiricano.

Fuente: impresa.prensa.com

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